Sinopsis: Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro.
¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro real?

 

Mi opinión: Lo primero que tengo que decirte es que tiene un final abierto, ya que existe una segunda parte: Cada siete olas.

Es un libro que por su título y portada nunca me hubiese llamado la atención, pero tras leer la reseña que hicieron las chicas del blog Estantería Compartida, entró directamente en el primer puesto de mi lista de pendientes.

Confieso que lo leí en menos de veinticuatro horas. Me replicarás, será que tienes mucho tiempo libre… ¡Pues no precisamente! La verdad es que siempre tengo demasiadas cosas que hacer, pero te puedo asegurar que una vez que empecé este libro, dejé de lado todo lo que pude para seguir leyendo.

Se trata de una novela epistolar 2.0: El libro está narrado mediante los correos electrónicos que se intercambian los protagonistas. Todo es diálogo, lo que hace que sea una novela muy ágil.

Me he sentido totalmente involucrada en el juego; siendo Leo, siendo Emmi. Como si yo misma estuviese recibiendo esos correos. ¡Enganche total!

En ningún momento he echado en falta la narración, porque las emociones están perfectamente plasmadas. He podido ver los sentimientos de los personajes a través de sus palabras.

Lo que más me ha gustado es la evolución de la relación; desde la indiferente cordialidad; pasando por la curiosidad, las poses, los piques y las primeras confesiones; hasta llegar a la necesidad mutua.

Solo hay un momento, hacia la mitad, en el que la historia flaquea, parece que nos vamos a quedar dando vueltas sin avanzar. Pero es muy breve, el autor salva la situación con un toque de humor y aire fresco que nos lleva volando hacia el final.

Me ha encantado.

Me ha recordado a mi época de IRC…

¿Quién no ha vivido un flirteo por internet?

Si has levantado la mano, ¡pon un Leo en tu vida!

 

No apto para los que buscan historias épicas. Recomendable para quien quiera vivir una historia de amor.

Nota: Excelente.

«Pienso mucho en ti, temprano por la mañana, al mediodía, por la tarde, por la noche, en los intervalos, un rato antes y un rato después de cada intervalo. Y también durante».

 

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