logo-reto-de-escritura-5-lineas
 
(Este reto consiste en escribir, cada mes, un relato de 5 líneas que incluya las tres palabras propuestas. Si eres nuevo por aquí, te pido que leas cuidadosamente las normas.)

Medallero

 

MEDALLA DE BRONCE; Katalina Camus.

 

¡Enhorabuena!

 

JUNIO:

Figura, lugar y tiempo.

 

 

El hechizo no ha surtido efecto así que se figura que ha fallado en el lugar o el tiempo. Repasa con detenimiento cada paso, hacerlo apaga el ruido que ha empezado a retumbar en su cabeza. Algo anda mal, siente cómo su el hilo de la vida se afloja. Resulta que el hechizo sí ha funcionado, pero no como debía. Desde el último pedazo de consciencia recuerda la voz de su padre: «no siempre conseguimos lo que queremos, pero tarde o temprano la vida nos da lo que nos merecemos».
Por Adella Brac.

 

En algún lugar, hay ahora mismo un alevín, niño o niña, disfrutando de lo que más le gusta, jugar al futbol. Aprendiendo a ganar y a perder, a compartir alegrías y tristezas. El tiempo pasará y quien sabe si será una figura de este deporte. Da igual, lo más importante ya lo habrá conseguido. Ser feliz junto a sus amigos.
Por Lorenzo.

 

Hacía tiempo que no veía una figura tan terrorífica como esa, ni siquiera en la ficción. Resultaba verdaderamente tenebrosa. En ningún lugar que hubiera estado antes había presenciado una cosa igual. Me pellizqué. Que estuviera suspendida, a media altura, en la avenida más importante de la ciudad me parecía asombroso, ocupaba casi toda la anchura de la calle y tenía una altura equivalente a varios pisos, pero más asombroso todavía resultaba que nadie parecía verla… salvo yo.
Por Antonio Mompeán, del blog Lecturas de Leland Gaunt.

 

Me preocupé al ver una figura oculta tras la sombra de la farola que permanecía inmóvil, inalterable, en aquel lugar que parecía olvidado por el tiempo. Dudé, si continuar mi camino y cruzar el puente era una buena idea. Tras varios minutos de silencio, decidí avanzar. Ojalá no lo hubiera hecho. Quedé petrificada al ver su rostro pálido, sus ojos vacíos, la guadaña en la mano que me extendía. No tuve opción. Continué junto a ella hasta que el silencio más oscuro me atrapó.
Por Nuria de Espinosa, del blog Bitácora Literaria.

 

Año 2422, la Dra. Ugarte descubre un portal al pasado. Fascinada por la oportunidad de comprender eventos históricos, se aventura a través del tiempo. Una figura enigmática le advierte sobre el peligro de alterar el curso de la historia. Decidida a aprender sin intervenir, se sumerge en épocas pasadas. El escenario cambia, se encuentra en un lugar exótico y la figura misteriosa confirma que respete las leyes cósmicas y deje un legado de sabiduría para las generaciones futuras.
Por Marlen, del blog El blog de Trujamán.

 

Cuando me desperté lo único que pude ver fue esa horrible figura la cual aparecía todas las noches en mis sueños. En ese lugar tan horrible como la cacería de presas, lo único que recuerdo es ver aquella figura en el mismo espacio y tiempo en el que fue el día de mi muerte. Cada vez que recuerdo los tiempos en los que era feliz me da mucha nostalgia haberlo recordado debido a que la mayor parte de mi infancia fue bastante triste comparándola con otros niños.
Por Liliana Briñez.

 

Aquí irá la historia que todavía no escribo. No he tenido tiempo, ni ideas. Sé que en algún lugar de mi mente reside, se esconde y me coquetea mostrándome una pierna o un mechón de su dorada melena. En el gran salón de mi imaginación, habita esa figura, difusa, etérea. La imagino femenina, el olor de su perfume impregna mis neuronas mas no activa a mis musas que, dormilonas, descansan en la pradera de mi creatividad, aguardando la tormenta de mi verborrea.
Por José Torma, del blog Cuentos, historias y otras locuras.

 

Ese tiempo caprichoso; la ligera lluvia dejó de caer cuando me apeé del autobús cerca del lugar donde trabajo. Ese día gris… rememoré una canción del pasado mientras veía su figura caminando delante de mí; joven y singular, sin destacar… «Demasiado tarde para comprender», decía la letra. Llegué a mi puesto; se escuchaba esa melodía de fondo; comenté sobre ella y un compañero replicó: «Se nota que eres viejo… como yo».
Por Daniel A.M., del blog La narrativa de Daniel A.M.

 

Está cerca. Puedo sentirlo. Trato de no respirar para que no me descubra. Hice todo lo que no se debe hacer: esperé hasta el último momento para correr y gasté mucho tiempo buscando dónde ocultarme. Creo que ya sabe en qué lugar de la casa estoy. Si viene hasta aquí es porque ya atrapó al resto. Llegó. No tengo tiempo para huir. La puerta del clóset se abre. Su figura aparece ante mí. Perdimos. Es la tercera vez que Kike nos gana jugando a las escondidas.
Por Francisco Velandia, del blog Pacho escribe.

 

Los visitantes eran frecuentes en el planeta, inhóspito y volátil era un lugar peligroso para estar. En el poco tiempo de su estancia la figura etérea ya había estado en peligro al menos una docena de veces. Su prueba estaba a punto de terminar, regresaría a casa muy pronto para ser reconocido como un más, un adulto, un guerrero por derecho, todos sus sueños se harían realidad.
Por Katalina Camus, del blog De cornucopios y otros cuentos.

 

En un lugar muy lejano, una figura encapuchada controla el tiempo con sus relojes. Marca la velocidad para cada uno. Decide que se debe olvidar… Pero él lo recuerda todo y tras siglos de agotador trabajo ha creado una oferta de empleo: «Se busca historiador o relojero para trabajo estable a jornada completa». Espera encontrar pronto a su reemplazo y así poder perderse en el mar del olvido y del tiempo.
Por Do.Lobera, del blog Do.Lobera.

 

Él es un esqueleto de huesos relucientes; ella tiene figura esbelta, cabeza de colibrí y grandes alas translúcidas. Apenas salen a ningún lugar, y, si el tiempo lo permite, van bien camuflados para ocultar su aberrante apariencia. Son raros, sin duda, aunque no es culpa suya; después de todo les conjuró una vecina amargada que les envidiaba su felicidad conyugal.
Por Luis J. Goróstegui, del blog Observando el paraíso.

 

La luz atravesaba los párpados cada vez antes y entreabriéndolos distinguió la figura de su mochila preparada para la ruta. Sin hacer mucho ruido se calzó las botas y partió al encuentro de sus compañeros de ruta. Caminar a solas dejaría de ser la única opción y el tiempo primaveral acompañaba. La senda que recorrieron les llevó a un espectacular lugar entre las rocas en el que pararon a descansar y almorzar. De vuelta nuevos planes surgieron y así abandonó la idea de abandonar.
Por Carmen, del blog Propuestas and made.

 

Te despiertas al caer la noche, como siempre desde que tienes memoria. El tiempo es algo que se te antoja caprichoso, a veces rápido y a veces lento. Sales de cacería, esperando tener mejor suerte. Visitas nuevos lugares, aunque ya queda poco por explorar. Con las luces del alba regresas rápido a tu lugar y te pones en posición. Cuando la luz del sol toque tu piel, volverás a transformarte en figura de piedra. Gárgola custodiando la puerta principal del cementerio.
Por Nahnnuk.

 

Mi existencia ha sido siempre una delgada figura que he mantenido en un lugar especial, lejos de las miradas indiscretas. Sin embargo, el tiempo me ha enseñado que, en ocasiones, la vida es un monstruo de muchas cabezas pero poco cerebro. He tenido que enfrentar situaciones muy difíciles a lo largo del camino, ese sinuoso trayecto de mi alma errante. Lo sé: aún tengo que adelgazar mucho más mi vida actual…
Por Juan Fernández Vicente, del blog, «Poemas».

 

Me desperté observando su figura impregnada por la tenue luz que entraba a través de la ventana. En momentos así, mi mente me sorprende a mí misma agradeciendo una vez más haber tenido la fortuna de coincidir en el mismo tiempo y lugar. Una carambola mayor me resulta que, además de encontrarnos, nos eligiésemos mutuamente. Nada parecía indicar que esa iba a ser la última mañana que amaneciésemos juntos.
Por Alicia.

 

Las tardes en las que había bebido alguna copa de más, la abuela nos contaba que la figura masculina que presidía el cuadro del salón era nuestro abuelo. Nos relataba historias maravillosas acaecidas en un lugar y un tiempo muy lejanos. La mirada se le llenaba de agua y la voz le temblaba un poco, pero luego se reía y decía que no eran más que cuentos de vieja. Esas noches, nuestros sueños se mecían al son de la voz de la abuela, que cantaba al compás de un viejo acordeón.
Por Aurora Rapún Mombiela, del blog La historia está en tu mente.

 

Nunca he creído en la magia ni en las maldiciones, pero hay una figura en casa de mis abuelos que siempre me ha causado repelús. Es fea, horrible. No le gusta a nadie en la familia. Y, sin embargo, allí sigue, presidiendo la sala de estar desde su lugar privilegiado sobre la chimenea. Solo una persona ha tratado de quitarla de allí, y hace tanto tiempo que no la veo que ya no recuerdo exactamente quién era… ¿Habrá existido, tan siquiera?
Por Agnes.

 

Emergió del arco de un arcoíris. Llevaba mallas brillantes muy coloridas. Observó con detenimiento la figura de la Dama de los Ojos Vendados. Necesitaba un abogado, pero, en lugar de ir a buscarlo, se deprimía y dejaba que pasara el tiempo. Era imprescindible que borraran en todos los planetas y galaxias esa fama horrenda que le perseguía. Desapareció en un halo de misterio. Luego vi en el suelo, olvidada, una larga flauta dorada…
Por Aurora Roger Torlá.

 

Entre las sobras había una figura encapuchada observaba lo que ocurría en la casa, mientras el tiempo pasaba, aquella figura se iba deslizando en el interior de la casa y acabo con cada uno de los habitantes de aquel hogar. Al concluir con su tarea, una sonrisa se dibujo en su rostro estaba listo para ir a otro lugar a destruir su armonía.
Por Cecy, del blog Enredados entre Libros.

 

Al entrar en la barbería lo vi de pie, al lado del lavacabezas; ¿un extraño en aquel lugar? La cicatriz en la ceja, y su desmadejada y enjuta figura me sorprendió. Ha pasado mucho tiempo, cinco años, desde que el último desconocido traspasó la puerta, lo recuerdo bien:
—¡Dame todo el dinero o le corto el cuello! —dijo poniendo una navaja barbera sobre el pequeño sentado en el alzador.
Voy hacia él y retorciéndole el brazo lo saco del local. Adrián no aguantaría otro infarto.
Por Consuelo Orias.

 

Una imagen surrealista permanece en mi memoria a pesar del tiempo transcurrido. Atraídos por el calor de la estufa nos fuimos a jugar a un lugar indebido: la cocina. Mi hermano dirigía la cuerda por un extremo y yo, feliz, saltaba. La figura de mamá en la puerta y un grito fue todo uno: la cuerda estaba atada al asa de la olla donde hervía la comida. Leo escapó sin soltarla y las presas y el caldo quedaron regados sobre el piso.
Por Saricarmen, del blog Desde El Cielo.

 

Era una figura fuera de todo lugar y tiempo, incluso de toda geometría. Ana tomó el lápiz y empezó el bosquejo. Pronto se diluiría en la nada, el portal nunca se mantenía demasiado. Para cuando la figura desapareció, Ana había terminado. Nunca confesaría que el éxito de sus lienzos no procedía de su mente, sino de que en su taller se abría, aleatoriamente, una ventana a otra realidad: quizá no perdiera fama o dinero, pero sí lo más importante, la magia del secreto.
Por Anabel Samani, del blog Anabel Samani.

 

Perder el tiempo discutiendo con aquel presuntuoso no entraba en tus planes.
—La figura del ave azul en el centro, por su espectacularidad, ¿No crees, querida? —dijo.
—¡Por supuesto que no! Este lugar necesita otro enfoque. ¿Es que no lo ves…, querido? —fue tu contestación.
Observaste el espacio antes de comenzar a colocar las piezas, combinando colores y volúmenes, hasta crear una decoración armónica y sorprendente. No podías disimular la satisfacción al mirarle a los ojos.
Por Mercedes Menéndez Aguirre.

 

Hubo un tiempo en el que cada ser vivo ocupaba, pacíficamente, su lugar en el mundo. Una época de paz, armonía y prosperidad que, ingenuamente, pensamos que sería eterna… Divisó, recortada en la penumbra, la figura de aquel por cuya cabeza más de la mitad de los gobiernos occidentales habían ofrecido una cuantiosa suma. Decidió seguir sus pasos antes de tomar una decisión. Izquierda, derecha. Aquella sombra se movía, ágil y veloz, por entre las callejuelas del casco antiguo.
Por Javier Sánchez Bernal, del blog La buhardilla de Tristán.

 

En un tiempo muy atrás, las sombras le daban miedo. Era un problema cuando de pequeña la hora de dormir llegaba. Cualquier cosa que creara una sombra, su imaginación le encontraba una figura y esta le asustaba. Así pasaba mirando por cada lugar, y dormía sobresaltada, con pesadillas que la despertaban. La emoción del temor le costó vencer, pero con el amor y la paciencia de quienes la amaban, el miedo pasó. A veces, el amor ahuyenta el temor.
Por Diana Rosa Conti.

 

Recuerdo el tiempo cuando te amaba o cuando nos amamos, la vida parecía tener colores brillantes, fue un tiempo mágico. Compartimos todos los momentos, menos todas las noches, siempre juntos, conversando, disfrutando… hasta el día que te marchaste para siempre, para nunca mas volver. Creo, en ocasiones, ver tu figura en algunos que pasan, pero ninguno eres tú, no te he vuelto a ve y el lugar de nuestra despedida aun me estremece al recordarte, parece ser que no te he podido olvidar.
Por Minerva Hernández García.

 

Aunque la traición figura como algo habitual en los anales de la historia, es difícil de asimilar. A los terrícolas les ha sobrado tiempo y energía para dividirnos. Es cierto que aprender a metamorfosearse puede ser muy tentador. Incluso el consejo —no todo, solo la disidencia— ha cambiado sus prioridades de lugar. Teníamos una sociedad armónica que funcionaba. A lo mejor vivíamos engañados y la ruina solo era cuestión de tiempo…
Por MJ RU1Z, del blog Eleeabooks.

 

No le costó nada de tiempo reconocer la figura que se dibujaba, a contraluz, en la puerta. Había recorrido esa silueta mil veces con la mirada, con las manos, con los labios. Conocía de memoria no solo cada recoveco, sino el sabor y el olor que ese cuerpo emanaba. Su corazón volvió a ser un caballo desbocado, como cada vez que lo veía. Tras dar un paso adelante y deslizar su mirad por todo el lugar, le descubrió. Le buscada. Y como hacía siempre que quería algo de él, sonrió.
Por Antonio Jimenez, del blog Escribe y golpea.

 

En primer lugar, diré que no tengo tanto tiempo como la gente se figura al enterarse de mi jubilación. Muchos trabajadores que suspiran con poder retirarse, cuando lo consiguen, se aburren y tienen que hacer tareas «diarias» para llenar esas ocho horas. Para mí, cuando ya estás libre de la rutina laboral, tener sustitutos de la misma es renegar de «La Libertad», porque poder estar sin hacer nada cuando me apetezca no tiene precio; así que, ni tengo prisa, ni permito que me la metan.
Por jm vanjav, del blog jm vanjav hasta en 500 palabras +

 

Despierto sobresaltada, la humedad de mi cuerpo me provoca un escalofrío. La misma pesadilla pero en otro lugar. La misma angustia que desde hace tiempo me encadena a una vida que no quiero. No se puede huir de uno mismo cuando el problema lo llevas por dentro. Da igual cuantos kilómetros hayan quedado atrás, si tu figura sigue intacta en mi recuerdo. Me perdí para buscarme, y es a ti a quien encuentro de nuevo. Otra vez el mismo delirio, el mismo temor… y a mi lado, otro cuerpo.
Por Magdalena Barreto, del blog Mi vida en retales.

 

¿Sabías que mis suscriptores conocen las palabras del reto antes que nadie?

 

Puedes unirte a ellos ⬇️