Sinopsis: El mundo cambia a una velocidad vertiginosa. Es imposible adivinar cómo viviremos en el futuro: lo único que sabemos es que hará falta mucha imaginación y creatividad para transformarnos y afrontar los nuevos retos. Descubrir el Elemento es recuperar capacidades sorprendentes en nuestro interior, y desarrollarlo dará un giro radical no sólo a tu entorno laboral, sino también a tus relaciones y, en definitiva, a tu vida.

 

 

Mi opinión: Ojalá hubiese podido leerlo cuando tenía quince años y buscaba desesperadamente mi elemento sin ser consciente de ello.

La idea central del libro es que todos deberíamos aspirar a encontrar nuestro elemento. Se trata del lugar donde confluye lo que nos gusta y los que se nos da bien.

Estar en nuestro elemento nos apasiona, nos carga de energía  y nos hace felices.

Hay ciertas barreras que nos impiden llegar a el; personales (la falta de confianza en uno mismo), sociales (falta de apoyo del entorno) y culturales (actividades inexistentes o mal vistas).

Cuando somos niños no tenemos esas barreras, pero la educación que recibimos en los colegios, además de no ayudarnos, nos impide llegar a él.

Esto pasa porque se trata de un sistema que jerarquiza disciplinas, uniformiza mentes y valora el conformismo. Tenemos una educación creada para un mundo industrializado, en una sociedad que dista mucho de aquella.

La buena noticia es que cualquier persona, a cualquier edad, puede encontrar su elemento. ¿Te atreves?

 

No apto para los que solo buscan evasión y no les gustan los libros que les hagan pensar. Recomendable para aquellos que siempre han creído que no son buenos en nada.

Nota: Imprescindible.

«Todos somos superdotados en algo».