Un año de autoras: Ana Segarra
Avanzamos en la iniciativa Un año de autoras y con el cambio de mes, tenemos una nueva autora de fantasía juvenil: Ana Segarra.
Vamos a ver qué nos cuenta, ¿me acompañas?
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Me considero una chica inquieta, curiosa. Viajo y leo para aprender y conocer, y también escribo por los mismos motivos.
¿Las escritoras sufrimos más el síndrome del impostor que nuestros compañeros de oficio? ¿Alguna vez has tenido que enfrentarte a ello? ¿Cómo lo superaste?
Nunca me había parado a pensar en esta pregunta. No sé cómo será en otros ámbitos, pero no me da la sensación de que en la literatura juvenil e infantil -que es en la que yo me muevo- haya grandes diferencias entre hombres y mujeres a la hora de hablar del síndrome del impostor. Creo que este es un género muy competitivo en el que todos necesitamos sacar lo mejor de nosotros. El mercado, el gran número de publicaciones y la enorme competencia que hay provoca que muchos autores sufran de este síndrome, independientemente de su sexo.
Yo me enfrento a él cada día. Unos días más que otros, pero al final está ahí. Supongo que es por eso, por la competencia y por lo difícil que resulta entrar en el mundo editorial y mantenerse en él.
Intento superarlo diciéndome a mí misma que tengo que disfrutar del camino. Que escribir no solo consiste llegar a una meta, sino que lo interesante es el trayecto. Y que si estoy en él es por algo, sean cuales sean los resultados y sea cual sea mi manera de pensar sobre ellos.
Está claro que las mujeres no jugamos en la misma liga ni con las mismas reglas a la hora de presentar nuestras propuestas literarias, ¿qué cambio consideras imprescindible para hacer la igualdad literaria real?
Creo que aquí, igual que antes, depende mucho del género que escribas. En otros no sé cómo será, pero en el mío jamás he sentido que se me pusieran las cosas más difíciles por ser mujer. Al contrario que en otros ámbitos de la vida (por ejemplo, cuando quise acceder a una oferta laboral y me dijeron que querer tener hijos en un futuro iba a ser un problema), en la escritura nunca me he encontrado con ese techo de cristal. Siento que no he tenido más barreras que un hombre a la hora de acceder al mercado editorial y que no he tenido que demostrar mi valía por el hecho de ser mujer.
Sin embargo, si pienso en otros géneros, donde sí que es verdad que se nota una brecha entre sexos (estoy pensando en grandes premios -donde es más habitual que sean los hombres los que ganen- o en el mayor número de escritores hombres que hay frente al de mujeres), poco se me ocurre qué hacer, salvo seguir insistiendo en la gran calidad que hay en las obras escritas por mujeres. Como lectores, apostar por la literatura femenina, y como editores, valorando las obras por igual.
Ahora, hablemos de ti:
¿Cuándo fue la primera vez que pensaste «yo quiero ser escritora»?
Es un pensamiento que me ha acompañado desde que me quedé fascinada por lo que los libros podían producir en mí. Era muy muy pequeña cuando esto ocurrió (tendría unos siete u ocho años). Sin embargo, y a pesar de que seguí escribiendo desde entonces, no fue hasta los veintitrés, más o menos, que no me lo planteé en serio. En ese momento me lo creí y decidí reorganizar mi vida para poder encajar la escritura dentro de ella.
Dinos tu mejor truco para enfrentarte a la temida hoja en blanco.
Aparte de tener una escaleta más o menos detallada que me indica qué camino voy a seguir en cada sesión, mi mejor truco es dejar escenas a medias. Así, cuando retomo la escritura lo hago con muchísimas ganas y sabiendo perfectamente qué viene a continuación.
¡Buen truco!
¿Tienes alguna manía a la hora de escribir?
Antes era muy maniática, pero ahora, desde que soy mamá y tengo el tiempo justo para escribir, trato de hacerlo donde y cuando puedo. Como si tiene que ser de pie en la cocina mientras se termina de hacer la comida. Pero sí que hay un par de cosas que suelo hacer: tener los cascos de insonorización de ruido puestos, los anillos y pulseras quitados y la libreta con la escaleta cerca.
¿Qué consejo darías a una escritora que empieza?
Quizás está muy manido, pero solo hay dos consejos importantes para una persona que empieza: que no decaiga y que lea mucho. El camino es difícil y es posible que no se obtengan los resultados que uno espera con su primer trabajo. Ni con el segundo ni el tercero. Pero no hay que decaer, hay que seguir intentándolo. Y, en cuanto a la lectura, es imprescindible. Hay que leer de todo, fijarse bien en cómo lo hacen los otros y leer con «ojo de escritor». Se aprende una barbaridad.
Tu punto fuerte como escritora es…
¿El worldbuilding? No sé si es lo que mejor hago, pero sí la parte de la escritura que más disfruto. Me apasiona crear mundos y por eso amo escribir fantasía. También me dicen que se me da muy bien repartir los puntos de tensión y los cliffhanger (los ganchos, vaya).
¿Y tu punto débil?
Las escenas de acción, sin ninguna duda. Me llevan muchísimo tiempo y me cuesta un montón escribirlas. Sobre todo porque soy muy exigente en ese sentido y nunca estoy del todo satisfecha con ellas, así que suelen suponerme un rompedero de cabeza.
Me pasa lo mismo.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
Hay muchísimos. Se me viene a la cabeza El bestiario de Axlin, de Laura Gallego, Piranesi, de Susanna Clarke, Sed, de Neal Shusterman o Coraline, de Neil Gaiman.
¿Qué género te gusta más y cuál menos?
Leo de todo y muy variado, pero lo que más abunda en mis estanterías es la fantasía. Y lo que menos leo es novela histórica. Y no sé muy bien por qué, porque después disfruto mucho de la histórica cuando encuentro una trama interesante.
Último personaje del que te has enamorado, propio o ajeno.
Si es propio, diré que hay un personaje en el Proyecto Eslora (la novela en la que estoy trabajando ahora mismo) que me tiene enamorada. Su nombre empieza por R. ¡Ojalá lo conozcáis algún día!
Y, ajeno, voy a escoger uno de una relectura que hice hace muy poquito. Es Aldashir, un personaje increíble de La conjura de Aramat, de Victoria Álvarez.
¿Qué libro (poco conocido) crees que todo el mundo debería leer?
Se me ocurre un libro que leí hace un par de años que me encantó y que me da mucha pena que no haya tenido más repercusión de la que tuvo. Es El precio de un ángel de cobre, de Marta Cerviño.
¡Me lo apunto!
¿Qué libro, que parece que a todo el mundo le encanta, a ti no te gustó nada?
Pues ahora mismo, que parece que está muy de moda y a todo el mundo le gusta muchísimo, diré que Anhelo, de Tracy Wolff. Lo leí con muchas ganas pero no terminó de encajar conmigo.
¿Cuál fue el último libro que te dejó resaca lectora?
Creo que fue La casa de Riverton, de Kate Morton (a esto me refería con lo de la novela histórica, que no suelo leerlo pero después suele emocionarme muchísimo).
¿Prefieres leer en papel o en digital?
Soy muy romántica en ese sentido y me gusta mucho el papel, pero reconozco que cada día leo más en digital. Sobre todo desde que he tenido a la peque, porque me resulta muy cómodo leer en la cama sin necesidad de encender la luz y puedo hacerlo en cualquier postura sin despertarla. ¡Me he vuelto muy práctica!
Si pudieses vivir en un libro, ¿cuál sería?
Uy, esta pregunta es muy complicada. Así sin pensarlo mucho se me ocurre Harry Potter (me marcó tanto de niña que es imposible no imaginarme a mí misma viviendo en Hogwarts) o la trilogía de Dreaming Spires, de Victoria Álvarez. Seguramente luego le dé más vueltas y se me ocurran muchísimos más, pero esos son los primeros que me han venido a la cabeza.
Color favorito: rojo.
Verano o Invierno: verano.
Una canción: Africa, de Toto.
Un placer culpable: reconozco que tengo un problema con la compra de libros y de tés.
Tu mayor virtud: la fidelidad en todos los sentidos.
Tu palabra favorita: humanidad.
No puedo vivir sin… viajar.
Estás paseando por un bosque y encuentras a un elfo que está tratando de cazar a un gnomo, ¿qué haces?
Documentarme para escribir la mejor novela de mi vida y ayudar al gnomo como pudiera (aunque, con lo ariscos que son, igual me llevaba un bocado).
¡Gracias por contestar!
Dinos, ¿dónde podemos encontrarte?
Soy muy activa en las redes sociales y tanto en Instagram, Twitter como TikTok soy @AnaSegarraG. También tengo una página web: anasegarra.com
Ahora que se ha ido, dime, ¿qué te ha parecido la entrevista?
¿Conocías a Ana Segarra?
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