El mito de Eco puede darte ideas para escribir
¿Llevas tiempo sin escribir y sientes que te falta inspiración? Los retellings pueden ser un buen punto de partida. Si acabas de llegar al blog, explico mejor de qué va esto aquí.
En esta sección ya te he hablado de varios de mis mitos preferidos; Ariadna, Perséfone, Dafne, Dánae y Pandora. El relato de Eco es otro de mis favoritos, así que hoy va a ser ella la que nos dé ideas para escribir.
La historia de Eco es más o menos así:
(Fuente bibliográfica utilizada; Metamorfosis, de Ovidio).
Narciso era tan famoso por su belleza como por su soberbia. Eco era una ninfa a la que Juno había castigado limitando su voz por ayudar a las amantes de su marido. Ella no podía contestar a quien le hablase, ni hablar primero, tan solo repetir sonidos.
Un día, mientras Narciso perseguía a unos ciervos por el bosque, fue visto por Eco, que se enamoró al instante de él. Ella lo persiguió durante un tiempo, esperando que él dijese algo para poder repetirlo.
Narciso, notando su presencia, preguntó.
—¿Hay alguien ahí?
—Ahí —contestó Eco.
La ninfa estaba oculta en la espesura, así que Narciso no podía verla, solo escuchar su voz.
—Ven, ¿por qué huyes de mí? —preguntó—. Juntémonos.
—Juntémonos —repitió Eco feliz y salió de entre los árboles con intención de echarse al cuello de su amado.
—Quítame las manos de encima: prefiero morir a que goces de mí —dijo Narciso echando a correr.
—Que goces de mí —repitió a su pesar Eco, y sintiéndose despreciada, volvió a ocultarse en el bosque.
Buscó refugio en grutas solitarias y su amor la consumió, hasta que solo quedaron su voz y sus huesos. Pero con el paso del tiempo sus huesos se convirtieron en piedra, y solo pervivió su voz, que todavía se escucha en la montaña.
Se dice que Eco fue vista por última vez alejándose por este camino.
Aquí tienes un esquema para reescribir la historia:
A era tan hermoso como soberbio. B había sido víctima de una maldición y no podía hablar, solo repetir palabras.
B se encontraba en un BOSQUE/CIUDAD ABANDONADA/CUEVA cuando vio a A y se enamoró locamente de él/ella.
B persiguió a A esperando una oportunidad para darse a conocer.
A escuchó un ruido y se dirigió a las sombras donde B se ocultaba, pero B solo podía repetir sus últimas palabras con lo que la comunicación resultó imposible.
B intentó acercarse a A, pero este/esta se asustó y huyó.
B, sintiéndose rechazada/rechazado, regresó a las sombras y se consumió en su pena.
Prueba a sustituir A y B por cosas loquísimas, como un dragón, una escoba, un fantasma o una estrella caída. No te olvides de jugar también con los géneros. En esta primera fase de creación debes sentirte totalmente libre, ya le tocará a tu mente racional coger las riendas durante la correción.
Como siempre digo, este ejercicio sirve como disparador de ideas para escribir. Lo que resulte, puede ser el comienzo de una gran historia.
¿Qué me dices?
¿Te animas a escribir?
La mitología es una fuente de historias, sin duda 🙂
Un beso.
En la próxima entrega le toca a Circe 😉
¡Un beso!