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Proyecto: Data P

 

Sinopsis

 

Tras el brutal xenocidio que acabó con sus padres y hermanos, P, una joven mestiza, sobrevive oculta en los suburbios de A’tla.

Pero P tiene una oportunidad de escapar de su mísera vida sirviendo en la Falcon, una nave espacial dotada de un personal bastante peculiar, cuyo objetivo, según ha oído, es capturar a Xerjes: el cabecilla que lideró la masacre contra su familia…

Así se inicia su descabellada misión que les conducirá hasta los confines de la galaxia y hasta una realidad perturbadora. ¿Es posible que Xerjes sea solo una pieza de un rompecabezas que no alcanzan a comprender? ¿Es de fiar la tripulación de la Falcon? ¿Aprenderá P a dominar su instinto ayariel mientras planea su venganza?

 

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Mi opinión

 

Como sabes, Aroa R. Zúñiga es mi autora de septiembre en la iniciativa Un año de autoras. Si no has leído la entrevista que le hice, puedes hacerlo aquí.

Confieso que tenía pendiente leer Proyecto: Data P desde el verano del año pasado, cuando conocí a esta autora. Ya sabes que no suelo leer ciencia ficción y la verdad, me daba un poco de miedo que no me gustara.

Seguramente por eso lo he ido postergando. Y como pasa a menudo, ahora que lo he leído me doy cuenta de que fui tonta por haber esperado tanto ¡porque me ha encantado!

Lo leí justo antes del verano, pero este mes lo he estado releyendo en compañía de la gente de mi club de lectura de fantasía juvenil Lecturas Fantásticas.

Esta novela se encuandra en el género de ciencia ficción, dentro del subgénero hopepunk. Si es la primera vez que escuchas esta palabra, te resumo que se trata de lo contrario al grimdark.

Vale, puede que no te haya aclarado gran cosa.

El hopepunk muestra que en el mundo no todo es horrible, que las personas no son siempre malas y que la bondad no es debilidad. Trata de luchar contra la maldad y habla de esperanza. Los personajes de este subgénero no son héroes, son personas reales con sus virtudes y defectos, que pelean por encontrar un resquicio de ilusión y optimismo cuando parece que está todo perdido.

Personalmente, prefiero este tipo de historias a las que están llenas de violencia y desesperación. Llámame ilusa, llámame soñadora, pero soy de las que piensan que el mundo real ya es demasiado oscuro como para seguir buscando más de lo mismo en los libros.

En fin, vamos con Proyecto: Data P, que es de lo que he venido a hablarte.

Puede que como no experta en el género mi opinión no valga gran cosa, pero veo mucha autoridad en la voz narrativa. El mundo es complejo y se nos muestran multitud de razas, pero todo está perfectamente atado y lo que nos da una gran sensación de coherencia.

Durante buena parte de la novela nos movemos por la Falcon, la nave espacial en la que viaja P. En su evolución, va recalando en diferentes secciones, con lo que poco a poco nos vamos haciendo un mapa mental bastante completo de la nave.

Está claro que la autora ha trabajado mucho los escenarios para hacer de la Falcon llegue a convertirse en una nave real en nuestra mente. Objetivo conseguido.

El ritmo de lectura es lento, hay mucha información que asimilar, pero en ningún momento resulta una lectura aburrida. Los tiempos están bien medidos. La autora ha conseguido que podamos ir entendiendo poco a poco el mundo en el que nos movemos sin sacrificar la acción.

El estilo narrativo de Aroa me encanta. La historia se nos cuenta desde un lugar meramente descriptivo, sin juzgar. Dejando en manos del lector interpretar los hechos. Creo que es un estilo que se adecúa a la perfección al tema de la novela.

 

¿Y qué pasa con los personajes?

 

Pasa que son geniales. Todos ellos.

La protagonista, Pekachakanawari Kanna (te reto a que lo digas muy rápido), es ternurita máxima. Es muy auténtica. Es el personaje narrador y al que acompañaremos durante todo su camino desde la primera página, en la que empieza siendo una tripulante más hasta convertirse en teniente de la Falcon. Tranquila, no es spoiler, se dice en los primeros párrafos. Es un personaje con gran profundidad y al que llegamos a conocer bien y a coger mucho cariño.

Tuk, el jefe de máquinas de la nave, me ha encantado. Tiene un poco el papel de mentor de P. No diré protector porque ella puede protegerse muy bien a sí misma. Aporta toda la sensatez que tan a menudo le falta a P, pero no deja de ser un tío divertido. Sin duda, uno de mis personajes favoritos.

IT-14 aporta el toque de humor a la novela. Es un robot que desprecia a las «formas orgánicas», como él mismo denomina a las razas que pueblan la Falcon. Sus manera de entender la vida lo convierte en un contrapunto fantástico a P. Tiene una evolución muy bonita.

Orion es un oficial de la Falcon que encarna la idea de ese primer amor adolescente. Todos tenemos uno. Cuando él está cerca, P se emociona y se pone nerviosa, vamos, que pierde un poco los papeles, y eso da pie a muchas escenas divertidas.

El resto de personajes secundarios, aunque no los conocemos en profundidad podemos ver que son coherentes y creíbles. Y todos dejan huella.

Aunque según la autora está pensada y escrita como una novela autoconclusiva, yo creo que el universo de Proyecto: Data P tiene cuerda para rato. Espero que Aroa se anime a contar más historias de P porque me encantaría leerlas.

En resumen, una gran lectura para disfrutar con calma. Aunque la ciencia ficción no sea tu género, te animo a que le des una oportunidad a esta novela, seguro que te encanta.

 

Recomendable para aquel que quiera vivir una aventura. No apto para los que buscan una lectura corta.
Nota: Imprescindible.
«Si algo había aprendido durante los años que viví en los suburbios, era a no ser una chivata. Porque los chivatos aparecen muertos, o simplemente no aparecen».

 

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