Un año de autoras: Diana Buitrago
Si eres asidua al blog, recordarás que la iniciativa Un año de autoras arrancó en enero de 2018.
Al llegar diciembre nos dimos cuenta de que todavía quedaban muchas autoras por descubrir y decidimos seguir un año más.
Ahora estamos de nuevo en el mismo punto. Dos años tampoco han sido suficientes para tantas buenas autoras que hay, así que seguimos otro año más.
¿En algún momento lo convertiremos oficialmente en una iniciativa sin fecha de caducidad? Depende de María del Mar González Gómez. Por mi parte, y pase lo que pase, seguiré aquí descubriendo a fantásticas escritoras.
Este mes te presento a: Diana Buitrago. Vamos a ver qué nos cuenta, ¿me acompañas?
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Positiva, fuerte, testaruda, dinámica, empática, sensible, indecisa, reflexiva, observadora, despistada, activa, desconfiada, soñadora, práctica, espiritual, perseverante, resolutiva, sociable, romántica y melancólica.
¿Las escritoras sufrimos más el síndrome del impostor que nuestros compañeros de oficio? ¿Alguna vez has tenido que enfrentarte a ello? ¿Cómo lo superaste?
Creo que la inseguridad provoca que aquello que escribimos nunca sea lo suficientemente bueno. Vivimos en una sociedad en la que constantemente nos comparamos los unos con los otros, donde parece que los hombres siempre triunfan y a las mujeres nos cuesta más alcanzar nuestro sueños. No creo que los escritores sufran menos este síndrome, porque va más con la persona que con el género, pero tal vez, por su naturaleza o por lo que la sociedad exige de ellos, expresan menos lo que sienten y comparten menos sus inseguridades con los demás. Aunque esto está cambiando.
Lo sufro constantemente cada vez que escribo. Quiero hacerlo siempre mejor y suelo tener dudas de que la historia en cuestión sea tan buena como mi mente me dice que es. Entonces paro y empiezo a leerla de nuevo. Enamorarte de lo que escribes es lo que te arranca las dudas. No puedes comparar tu obra con otra porque cada creación es especial, igual que compararnos continuamente con otros nunca lleva a conseguir nada. Cuando amas lo que escribes, te amas a ti mismo. Somos únicos y nuestras obras también.
Está claro que las mujeres no jugamos en la misma liga ni con las mismas reglas a la hora de presentar nuestras propuestas literarias, ¿qué cambio consideras imprescindible para hacer la igualdad literaria real?
Aquí hay trabajo por hacer entre las autoras, en las editoriales y en los lectores. La igualdad de la mujer está descompensada en varias parcelas de la vida y la literaria no se ha quedado al margen. Solo podemos seguir ahí, al pie del cañón, trabajando día a día, codo con codo, demostrando de lo que somos capaces y de que nuestras historias y calidad literaria son tan buenas como las de nuestros colegas masculinos. Trabajo, perseverancia, tesón, no rendirse jamás. Sensibilizar a la sociedad de que una historia solo es un punto de vista y que las novelas siempre suman a nuestro aprendizaje y disfrute de la vida, nunca restan.
Ahora, hablemos de ti:
¿Cuándo fue la primera vez que pensaste «yo quiero ser escritora»?
Nunca lo he pensado así porque he escrito siempre. Se puede ser escritora sin publicar jamás y eso es lo que llevo haciendo medio vida. Que luego decidiera autopublicarme solo ha sido la punta de un iceberg que se lleva por dentro. No he querido ser escritora, como una profesión o una afición más, lo soy, igual que soy terca o empática. Aunque no volviera a escribir, seguiría siéndolo, seguiría narrando historias en la mente o en los sueños.
Dinos tu mejor truco para enfrentarte a la temida hoja en blanco.
No tengo ninguno en concreto. A mí me fascina partir de cero porque está todo por hacer y puede suceder cualquier cosa. Es como cuando empiezas a leer un libro y no sabes lo que ocurrirá, es el mismo entusiasmo. La hoja en blanco invita a que suceda lo imposible, luego pueden pasar mil contratiempos por el camino, bloqueos, cambios de punto de vista, giros de trama inesperados… pero el comienzo es como dar vida y siempre hay que ponerle la mayor pasión posible.
También me inspira mucho mirar imágenes, tal vez porque al escribir las tengo muy presentes. Es una forma de dejarte llevar y cambiar la piel por la tinta de la imaginación.
¿Tienes alguna manía a la hora de escribir?
Me gusta escribir en silencio o con música suave, pero acabo haciéndolo con todo tipo de ruidos. Antes escribía a mano y reconozco que el tacto con el papel me fascina, es mágico, pero se pierde mucho tiempo al tener que pasarlo todo al pc y es una locura. La poesía sí que me gusta escribirla en papel, quizás porque es más corta.
¿Qué consejo darías a un escritor que empieza?
Que no se deje llevar por la inseguridad y que luche por su sueño. Habrá muchas personas que parecerá que disfrutan hundiéndolo, pero también habrá otras que lo apoyarán. No se puede gustar a todo el mundo porque hay tantas opiniones como personas, lo más importante es que escriba lo que le guste y sea feliz con lo que hace. ¡Siempre hacia delante! Leer, aprender, mejorar y escribir todo lo que se sueña.
Tu punto fuerte como escritora es…
Pues no sé si es mi punto fuerte, pero me fascinan las descripciones ambientales y con la introspección, disfruto mucho con ellas y con los flashbacks, porque siempre estoy recordando cosas. Impregnar de cierta melancolía mis historias o de prosa poética es como una huella.
¿Y tu punto débil?
Los diálogos, a veces me cuestan la vida. Soy tan reflexiva que cuando mis personajes deben interactuar están muy cortados. Lo voy trabajando, que conste, y lo seguiré haciendo hasta que esté satisfecha. También me suele costar desarrollar más los textos por mi tendencia a resumir, en mi última novela estoy intentando suplirlo y a ver qué tal.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
«La vida es sueño», de Calderón de la Barca o «Hamlet», de Shakespeare. Sí, es una locura, pero es tan bonita…
¿Qué género te gusta más y cuál menos?
Me encanta la fantasía en todas sus variantes y estoy descubriendo el ci-fi. El que menos, creo que la histórica si no lleva algo de romance, aunque quizás sea porque lo he explorado poco.
Último personaje del que te has enamorado, propio o ajeno.
Esto es muy difícil de contestar. Quizás Tayr, uno de los protagonitas de la saga Trece Tronos de Jessica Galera Andreu. Tiene algo mágico y profundo y un corazón con muchas fisuras. Lo he visto transformarse y crecer, luchar por lo que cree, fracasar y levantarse de nuevo. Es un personaje increíble.
¿Qué libro (poco conocido) crees que todo el mundo debería leer?
No me gusta decirle a nadie lo que tiene que hacer, prefiero que encuentren las respuestas por sí mismos. Así que no creo que haya un libro más imprescindible que otro. Que escriban el diario de su vida y se lo lean, eso sí debería ser importante, conocerse a uno mismo es el pilar para apuntalar la vida.
¿Qué libro, que parece que a todo el mundo le encanta, a ti no te gustó nada?
«Los Pilares de la Tierra», de Ken Follett, no me disgustó, ningún libro lo hace, pero fui incapaz de terminarlo. Quizás no era el momento para leerlo, con los libros hay que saber elegir cuándo.
Pues fíjate que yo lo empecé sin ninguna expectativa y me encantó.
¿Cuál fue el último libro que te dejó resaca lectora?
Pues el último que leí y menciono de nuevo a Jessica y su increíble “Reo” (Saga Trece Tronos), que he tenido el placer de leer antes de salir publicado. Desde que lo acabé ya estoy deseando que escriba “Praes” porque me tiene en una nube y el corazón cogido con alfileres. Es una maga de las palabras, me encanta.
Lo es. Estoy de acuerdo.
¿Prefieres leer en papel o en digital?
Prefiero el papel, pero leo mucho en digital. Al final la economía y el espacio te hacen buscar alternativas compatibles con tu estilo de vida. Pero el tacto y olor del papel son irreproducibles.
Si pudieses vivir en un libro, ¿cuál sería?
Siempre me ha fascinado el mundo creado por Tolkien y sus elfos me robaron el corazón. Pero sería capaz de convertirme en Aes Sedai en tierras de “La Rueda del Tiempo” de Robert Jordan o en cualquiera de sus personajes porque creó un mundo del que es difícil salir después.
Color favorito: rojo.
Verano o Invierno: invierno.
Una canción: cualquiera de Amaral.
Un placer culpable: el café y el chocolate.
Tu mayor virtud: el optimismo.
Tu palabra favorita: alma.
No puedo vivir sin… soñar (en todos los sentidos).
¿Cómo sacarías a un hipopótamo que se hubiese caído a un agujero en el suelo?
¡Pidiéndoselo! Dicen que la voluntad lo puede todo, así que le pondría algo apetitoso fuera para que encontrase la fuerza para salir por sí mismo. También dependería del tipo de suelo, podría hacer el agujero más grande y llenarlo de agua para que estuviera en la gloria o hacerle cosquillas en la panza o contratar a cuatro fornidos cambiantes que llegaran desde las alturas en forma de pájaro gigante y se lo llevaran.
¡Gracias por contestar!
¡A ti! Gracias por la oportunidad y esta maravillosa entrevista.
Dinos, ¿dónde podemos encontrarte?
En Twitter, en Instagram. También en dianabuitrago111.wixsite.com/saliralaluna, en dianabuitrago.dbook.es y en dianabuitrago111@gmail.com.
Ahora que se ha ido, dime, ¿qué te ha parecido la entrevista?
¿Conocías a Diana?
¡Muchas gracias, Adella! Ha sido una oportunidad increíble e inesperada. Un placer enorme haber participado en ella. Me tienes para lo que necesites. Un abrazo,
Diana
¡Gracias a ti! 🙂
Cuenta conmigo también 🙂
¡Abrazo grande!